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Rodolfo Martínez Llano: “El sistema político debió promover la exclusión de la cámara por inhabilidad moral”

  • infoduartedigital
  • 7 oct
  • 6 Min. de lectura
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El ex diputado nacional y dirigente del Partido Justicialista Rodolfo Martínez Llano analizó la crisis institucional y electoral del país tras la renuncia de José Luis Espert, calificando la situación como una prueba de fuego para el oficialismo y el sistema político. Reclamó profesionalismo en la resolución del conflicto, cuestionó la ineficiencia en la gestión electoral, defendió el retorno de las primarias y propuso una reforma estructural que devuelva legitimidad a la representación política. En su balance, atribuyó la debacle del justicialismo a errores de conducción y llamó a una autocrítica profunda que permita superar la crisis de representación en Argentina.


El exdiputado nacional y dirigente del Partido Justicialista, Rodolfo Martínez Llano, analizó la situación política nacional tras la renuncia del diputado José Luis Espert, en el marco de la reorganización de las listas de “La Libertad Avanza”. Durante su intervención, el dirigente consideró que este episodio constituye “una prueba de fuego para el oficialismo nacional en cuanto a la profesionalidad, que de hecho no la tuvo hasta ahora, para poder resolver esta cuestión en los tiempos muy acotados que quedan”. Señaló que la coyuntura requiere capacidad técnica y decisiones rápidas, ya que “los tiempos de la justicia no son los tiempos de la política ni de la opinión pública”.


Martínez Llano subrayó que existen dos aspectos centrales por resolver: la definición del orden de los candidatos en la lista y la reimpresión de las boletas. En ese sentido, sostuvo que el gobierno debería garantizar que el costo de la reimpresión “sea a costa de La Libertad Avanza” y no del Estado, ya que “esto se debe a una cuestión del propio espacio político”. Advirtió que financiar con fondos públicos una nueva impresión “sentaría un precedente” que podría repetirse en futuras elecciones, con un costo que estimó en “más de 10 millones de dólares”.


El dirigente peronista también advirtió sobre los riesgos de una interpretación ambigua respecto del reemplazo en la lista. Explicó que, si no se define con rapidez si “ante la renuncia de un hombre debe sucederlo otro hombre o la mujer que está en segundo término”, podría generarse una “cuestión de interpretación” judicial. Según su análisis, este tipo de decisiones legales requieren un proceso que “lleva tiempos que van a ser imposibles de cumplir para imprimir una nueva boleta”. Por ello, afirmó que “La Libertad Avanza ha manejado muy mal todo este tema”, señalando que no solo esa fuerza política, sino “el sistema político en su conjunto, no ha tenido la respuesta oportuna que la gente podía estar esperando”.


En cuanto al rol del Congreso, Martínez Llano opinó que la Cámara de Diputados debió haber intervenido institucionalmente ante el escándalo, argumentando que “el sistema político debió promover la exclusión de la cámara por inhabilidad moral”. Citó como antecedente el caso del diputado catamarqueño Luque, al sostener que “no se trata de prejuzgar, sino de considerar un hecho particular ante la opinión pública en el que el propio afectado ha tenido tantas idas y vueltas, contradicciones y silencios que lo han puesto bajo la lupa”.


LA INTERVENCIÓN DE LA JUSTICIA ELECTORAL Y LOS TIEMPOS POLÍTICOS


Al referirse al ámbito judicial, Martínez Llano explicó que las decisiones sobre la validez de las listas corresponden a la Junta Electoral Nacional en la provincia de Buenos Aires, “de la que forma parte el juez Ramos Padilla, junto al presidente del Superior Tribunal de Justicia bonaerense”, y posteriormente a la Cámara Nacional Electoral. En su opinión, corresponde que “si renunció un varón, lo reemplace otro varón”, aunque admitió que se trata de una interpretación “opinable”. Advirtió que, sin una resolución rápida y el consentimiento de la segunda candidata para mantener su lugar, los plazos judiciales podrían impedir la reimpresión de las boletas antes de las elecciones.


Consultado sobre la posibilidad de cumplir con los plazos de reimpresión, Martínez Llano fue categórico: “Tiempo material hay a partir de que ahora se hagan las cosas de manera expeditiva”. Sin embargo, cuestionó nuevamente la falta de eficacia del oficialismo al señalar que “el gobierno no ha mostrado mucha profesionalidad en el tratamiento y las decisiones”. A su juicio, la gestión enfrenta múltiples frentes abiertos, entre ellos la presión de sus socios políticos y la necesidad de no afectar la imagen de la coalición en medio de negociaciones internacionales, especialmente en lo relativo a la cooperación con Estados Unidos en materia de narcotráfico.


El dirigente interpretó que la decisión de Javier Milei de aceptar la renuncia de Espert se relaciona también con factores externos. “Es muy difícil que una delegación argentina que esté negociando en los Estados Unidos condiciones tan particulares de una asistencia pueda hacerlo con un candidato herido de muerte”, señaló, agregando que esta circunstancia “no se explica tanto por la presión de Patricia Bullrich o de Mauricio Macri, sino por la falta de margen político que tenía el propio presidente”.


Martínez Llano evitó profundizar sobre el panorama electoral en Corrientes, pero remarcó que el contexto nacional refleja un problema estructural de mayor alcance: “Se ha demostrado otra vez el problema de fondo que existe en el país, que es la crisis de representación”. En su diagnóstico, los partidos políticos han perdido capacidad de funcionamiento desde hace más de dos décadas, mientras que “los frentes electorales se han convertido en una pantalla que desdibuja la importancia que la Constitución Nacional les atribuye como instrumentos fundamentales de la democracia”.


REFORMA POLÍTICA Y CRISIS DE REPRESENTACIÓN


El exlegislador sostuvo que la falta de institucionalidad y de mecanismos democráticos internos en los partidos afecta directamente la calidad de la representación. Defendió la necesidad de reinstaurar las elecciones primarias obligatorias, afirmando que “son algo totalmente necesario porque es lo que permite dar transparencia al sistema de selección de los candidatos”. Cuestionó que, en el Partido Justicialista, “han hecho un desastre a lo largo y a lo ancho del país”, y extendió la crítica a otras fuerzas políticas que “permiten que los jefes territoriales manejen a dedo la elección de los candidatos”.


Martínez Llano planteó la conveniencia de revisar la estructura institucional del país para evitar el desgaste electoral constante. Consideró que “cada vez está más en claro que no se puede estar votando cada dos años”, ya que esa práctica condiciona la gestión de gobierno y la vuelve dependiente de los ciclos electorales. “Los gobiernos trabajan no para las próximas generaciones, sino para las próximas elecciones”, advirtió, proponiendo revisar los mandatos legislativos y considerar la posibilidad de “volver al colegio electoral” para recuperar el equilibrio federal en la elección presidencial.


En el plano provincial, cuestionó el sistema vigente en Corrientes y propuso avanzar hacia “la boleta única para dar transparencia”, además de exigir que los partidos realicen internas o primarias. Enfatizó que “en Corrientes no podemos seguir con este sistema, este festival de boletas”, y reclamó que los jueces electorales “dejen de mirar para el costado cuando pasan las cosas que pasan en los distintos partidos”. Según su visión, la existencia de “300 partidos políticos en la Argentina” desnaturaliza la vida institucional y debilita la legitimidad de los representantes.


Sobre los resultados de las últimas elecciones provinciales, Martínez Llano sostuvo que “me dejó exactamente lo que pensaba”, y reconoció que el resultado adverso para el justicialismo “era inevitable”. Señaló que el deterioro del partido “es consecuencia de una conducción que ha llevado al PJ a una situación límite de deslegitimación”, mencionando que “hemos quedado solamente con seis gobernaciones” y que “hemos perdido la mayoría en el Senado después de décadas”.


El dirigente consideró imprescindible una autocrítica profunda dentro del peronismo: “No se puede plantear expectativa a la sociedad mostrando las caras de Cristina, de Máximo, de Massa, es decir, todos los que han sido de alguna manera responsables de haber llegado a esta situación”. Sostuvo que el triunfo de Milei fue “producto de que el justicialismo no estuvo a la altura de los tiempos” y extendió el diagnóstico a toda la dirigencia nacional, afirmando que “no debemos ocultar la basura bajo la alfombra y tenemos que ser conscientes de qué es lo que hay que hacer para que esto no vuelva a ocurrir”.


Finalmente, en relación con las elecciones legislativas de octubre, Martínez Llano anticipó que “serán tres diputados nacionales en Corrientes y uno por cada frente”. Al ser consultado sobre qué fuerza quedaría fuera de la disputa, respondió con cautela: “A Eco”, aunque evitó desarrollar el análisis político local en profundidad. En tono conclusivo, subrayó que la política “son segmentos electorales” y que cada espacio debe comprender la diferencia entre una elección provincial y una nacional.


El exdiputado también se refirió al escenario chaqueño, donde observó que la competencia “está muy polarizada, es decir, Coqui sí o Coqui no”. Consideró que Jorge Capitanich quedará fortalecido tras los próximos comicios y que podría proyectarse al ámbito nacional en distintos roles, aunque destacó que “hay un gran reclamo de los chaqueños para que Coqui vuelva al Chaco”.


Al concluir, Martínez Llano reafirmó que las fuerzas políticas argentinas enfrentan una crisis estructural que excede los resultados coyunturales. Afirmó que la solución pasa por fortalecer los partidos, transparentar la selección de candidatos, reformar el sistema electoral y recuperar el vínculo entre ciudadanía y representación.

 
 
 

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