El infante de Marina de la Agrupación de Comandos Anfibios de la Armada Argentina, Héctor Gómez, visitó Radio Dos en Juntos con Rubén Duarte, y relató: “no se nos informó el lugar dónde íbamos, era secreto, nadie sabía nada, era todo una incógnita, sabíamos que íbamos a un combate real, peor no sabíamos en qué momento”; y señaló: “nos ordenaron embarcarnos en la buque Santísima Trinidad, hasta que en alta mar se nos informa que íbamos a Malvinas”. “Teníamos que recuperar Malvinas sin dañar nada ni nadie, pero sabíamos que nos enfrentábamos a soldados de verdad” remarcó.
Héctor Gómez, describió: “se cumplen 42 años de aquella gesta, a esta hora en Malvinas las cosas ya se habían calmado, ya se había hecho la recuperación de Malvinas que esa fue la función que tuvimos que desempeñar”; y señaló: “en mi caso por orden operativa estuve en seguridad de playa, me encontraba con 4 veteranos más, esperando que nos vinieran a buscar, desembarcamos con 22 botes y teníamos que mantenerlos en óptimas condiciones en caso que se tuvieran que replegar el resto de los botes”.
A su vez, el ex combatiente de Malvinas, comentó: “desde el buque santísima trinidad, bajamos a las 22 horas del 1 de abril, pero el arribo a Malvinas se produce a las 00 horas, el 2 de abril, a partir de ahí, cada grupo tenia asignado tareas, yo me quedé en la playa porque nuestra misión era brindarle apoyo y mantener los botes”.
“Teníamos que recuperar Malvinas sin producir bajas, sabíamos que había soldados, de 80 o 90 soldados ingleses, y nosotros no debíamos producir bajas inglesas, tampoco producir bajas inglesas de personas del poblado de Malvinas ni violar propiedades ajenas” afirmó; y agregó: “teníamos que recuperar Malvinas sin dañar nada ni nadie, pero sabíamos que nos enfrentábamos a soldados de verdad”.
Asimismo, el infante de Marina de la Agrupación de Comandos Anfibios de la Armada Argentina, detalló: “y esta orden se cumplió a raja tabla, a pesar de que de nuestro lado hubo tes bajas, el capitán de fragata Giachino, el cabo Urbina, el teniente de fragata García Quiroga, que hablaba inglés y por intermedio de él se comunicaban con el gobernador de Malvinas”.
Al mismo tiempo, el ex combatiente correntino, mantuvo: “para la recuperación de Malvinas fue una orden preparatoria de comando, es por eso que los comandos anfibios fuimos los primeros designados a llevar este trabajo en la recuperación, pero no queríamos ocasionar daños a nuestra propia tropa”; y añadió: “fue todo estudiado y preparado”.
“Lo que fuimos a hacer fue una causa justa, fue una causa de reclamo propio argentino, no fue en vano” destacó.
En ese mismo sentido, el infante de Marina de la Agrupación de Comandos Anfibios de la Armada Argentina, puntualizó: “no se nos informó el lugar dónde íbamos, era secreto, nadie sabía nada, era todo una incógnita, sabíamos que íbamos a un combate real, peor no sabíamos en qué momento, entonces lo primero que se nos cruzó era un enfrentamiento contra hile porque estaba candente por el canal de Beagle”; y mencionó: “nos ordenaron embarcarnos en la buque santísima trinidad, hasta que en alta mar se nos informa que íbamos a Malvinas”.
“Para nosotros Malvinas era un territorio totalmente desconocido, estábamos más familiarizados con la geografía chilena, por eso pensábamos que íbamos a combatir contra los chilenos” indicó.
“No entré en combate porque estaba en zona de playa, escuchaba sí las detonaciones de granada, era una noche oscura y silenciosa en la isla” sostuvo Héctor Gómez.
Por último, de la campaña de malvinización, el ex combatiente correntino, consideró: “la palabra desmalvinización es una palabra nociva y lastimosa porque hiere los sentimientos y actos de honor de los conscriptos, considero que es una actitud de cobardía, de resentimiento, por cosas que pasaron y no gustaron”; y finalizó: “una guerra no es un pic nic, un paseo de campo, es cruda, se sufre, se tiene miedo y hambre, peleábamos contra una potencia y nosotros no teníamos experiencia de combate real, argentina peleó solo contra una potencia” finalizó.