El historiador y profesor, Enrique Deniri, habló en “El entrevistador” con Rubén Duarte, de cómo inició sus estudios como profesor.
Enrique Deniri, contó: “vivía en Goya, me puse a hacer lo que podía hacer, que era estudiar en la facultad de derecho que rendía libre, iba y volvía a Goya siempre, pero después un amigo me hizo ver que no era lo mío y me metí a un profesorado de historia en Goya”.
A su vez, el profesor, comentó: “en ese momento ejercía el periodismo y trabajaba en la cooperativa de tabacalero”; y destacó: “el profesorado de historia era la cosa más romántica que puedo recordar, los viernes salíamos todos juntos y seguíamos discutiendo de historia”.
Asimismo, el historiador, recordó: “teníamos muy pocos libros así que comprábamos entre varios u n solo libro y le poníamos los nombres en la primera hoja”; y afirmó: “se me gastaron las manos de tanto tomar notas, lo que dice el profesor no está en ningún libro”.
Al mismo tiempo, Enrique Deniri, sostuvo: “el trabajo de las maestras es muy difícil y el del profesor es un desafío, porque hay que hacer pensar a los jóvenes”; y consideró: “el verdadero maestro es el que no puede dejar de enseñar nunca, que siempre quiere que los demás aprendan”.
En ese mismo sentido, el historiador, describió: “como estudiante era pésimo hasta un momento de mi vida, cuando era adolescente, no me importaba nada, y en otro momento me puse a pelear para sacar la nota máxima que pudiera”; y agregó: “en el Colegio Militar el que sacaba nota alta podía salir un día antes y yo por ese día hacía lo que sea necesario”.
Por último, el profesor, remarcó: “a los jóvenes no le soy ningún consejo, cada uno tiene que hacer su propia experiencia, y vivir su propia vida, lo que le digamos no le sirve porque la vida es experiencia propia”; y finalizó: “para aprender hay que poner el lomo, siempre”.
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