Educación digital: el Instituto Estrada suma más de cuatro millones de ingresos mensuales a su plataforma

La rectora del Instituto Superior de Formación Docente “José Manuel Estrada”, licenciada Rosa Irene Ceccardi, entrevistada en Otras Miradas, que emite InfoDRadio 106.3 FM, expuso su visión sobre el rol de las nuevas tecnologías en el sistema educativo. Según explicó, la incorporación de herramientas digitales, incluida la inteligencia artificial, no debe interpretarse como un obstáculo, sino como una oportunidad para enriquecer los procesos de enseñanza y aprendizaje.

“Las herramientas tecnológicas están para servirnos, así como en su momento lo hicieron las calculadoras”, señaló Ceccardi, destacando que el desafío actual es aprender a utilizarlas con criterio pedagógico. La docente advirtió que el rechazo a estas innovaciones suele estar ligado a percepciones erróneas sobre su impacto en el aprendizaje.

La institución que dirige aplica estos recursos desde los niveles iniciales, utilizando programas sencillos en dispositivos como tablets, hasta el nivel superior, donde se forman a los futuros docentes. El objetivo, según remarcó la rectora, es que los estudiantes estén preparados para enseñar a otros a emplear correctamente estas herramientas.

EXPERIENCIA EN PANDEMIA Y EXPANSIÓN VIRTUAL

Ceccardi recordó que durante la pandemia, el celular se convirtió en un recurso clave para sostener la continuidad pedagógica. “En el celular, nuestro alumno aprendió a trabajar” indicó, subrayando que este dispositivo dejó de ser un medio de comunicación limitado para transformarse en un espacio de producción académica.

En ese sentido, destacó que, actualmente, el instituto cuenta con una plataforma virtual que registra miles de interacciones mensuales. “Ayer recibimos el informe de nuestra plataforma: tenemos 4.689.000 entradas en este mes”, informó la rectora. En este espacio digital se desarrollan foros, clases escritas, encuentros virtuales y actividades de interacción entre docentes y alumnos.

La rectora subrayó que el acceso a internet fue un factor determinante en este proceso y que las políticas públicas generaron puntos gratuitos de conexión en la ciudad, lo que permitió reducir las desigualdades. Además, el instituto dispone de fibra óptica, facilitando que cualquier estudiante pueda incorporarse a la modalidad virtual sin necesidad de poseer computadoras de última generación.

Ceccardi puntualizó que actualmente el instituto sostiene 1.600 aulas virtuales activas, frente a las 15 aulas físicas disponibles, lo que refleja la magnitud del cambio hacia la digitalización educativa.

DESAFÍOS PEDAGÓGICOS Y ROL DE DOCENTES Y FAMILIAS

Consultada sobre los riesgos de distracción vinculados al uso de celulares en clase, Ceccardi explicó que no se trata de un fenómeno nuevo. “Mientras estudiábamos, había compañeros que jugaban a las cartas o miraban revistas. Hoy el celular puede usarse para chatear, pero también para aprender”, dijo.

La clave, sostuvo, está en la autoridad y creatividad de los docentes, quienes deben lograr que los estudiantes encuentren utilidad en estas herramientas. “Un docente que maneja las estrategias y hace ver la utilidad al alumno logra cosas maravillosas”, aseguró.

La rectora insistió en que la educación es una tarea conjunta entre docentes, directivos y familias. En este sentido, comparó el uso académico del celular con la necesidad de que los padres regulen su uso en la vida cotidiana de los adolescentes.

Asimismo, destacó que la tecnología puede ser tanto nociva como útil, dependiendo del modo en que se utilice. “Es un dispositivo con mil posibilidades. Somos nosotros los que tenemos que decidir cuál es la posibilidad y la utilidad que le vamos a dar”, afirmó.

Para Ceccardi, la capacitación docente es esencial, tanto para quienes se forman como futuros educadores como para aquellos que ya están en ejercicio. Por ello, desde el instituto generan instancias de actualización orientadas a comprender el valor pedagógico de estas herramientas.

Finalmente, la rectora concluyó que la meta es perder el miedo a la tecnología y avanzar en su incorporación responsable. “Hay que aprender, no hay que tenerle miedo. Somos nosotros los que lo tenemos que usar y no dejar que nos utilice”, resumió.